El aluvión de la gripe porcina, que en una semana desplazo a las elecciones legislativas del folklore colectivo y de las mesas de los bares. Me llevó a reflexionar acerca de la facilidad con la que los medios de información pueden instalar o quitar de la agenda periodística los temas de debate.
Es cierto que bastaron un par de letras de molde en los principales diarios y canales masivos de TV, para que una horda paranoica asaltase los estantes de cuanta botica apareciese en su camino y para que un tsunami de "alcohol en gel" invadiese los hogares, colegios y oficinas de millares de porteños.
Sin mencionar la suspensión de eventos deportivos, clases en colegios y facultades, cierre de lugares de concurrencia masiva etc. con las millonarias pérdidas que esto implica.
No pretende el presente ser un panfleto en contra de los medios y mucho menos una opinión autorizada en relación a la gravedad de una epidemia. Simplemente hacer hincapié en la facilidad con la que de una semana a la otra se logró que, el ciudadano "de a pie", prácticamente solo hable de esto.
Consecuentemente con esta idea, pueden plantearse los siguientes interrogantes ¿Y si los Kirchner tenían razón? ¿Y si los argentinos somos víctimas de una feroz campaña de desprestigio anti K, que manipula la información en favor de inconfesables intereses corporativos?
Adelanto que a mi juicio la respuesta es un rotundo NO.
Sin perjuicio de que puedan existir opiniones más o menos tendenciosas y que es cierto que estas pueden contribuir en influenciar a la opinión pública. En el caso de la pareja presidencial y su séquito, son ellos mismos sus propios agentes de prensa y por ende los encargados de desprestigiarse con sus dichos y hechos. A continuación me propongo citar algunos ejemplos que fundamentan esta conclusión.
En mi caso particular y como lo comentara en un post anterior, me tocó sufrir en carne propia a los muchachos de D´elía. No me enteré a través de los medios.
No hay forma de "manipular negativamente" la imagen de Guillermo Moreno (Secretario de Comercio Interior de este Gobierno)acompañado de Jorge, Acero, Cali (campeón de Kick boxing) espantando manifestantes de la Plaza de Mayo.
La insinuación y posterior consumación del engaño de las "candidaturas testimoniales" no es otra cosa que una burla al electorado y no es suceptible de ningún maquillaje mediático.
Esta enumeración podría seguir con, inexplicables aumentos de patrimonio, antiguos choferes devenidos millonarios en un país donde muchos profesionales a duras penas consiguen llegar a fin de mes, estadísticas que se destruyen en las góndolas, valijas y bolsas repletas de billetes y encontradas en lugares algo incómodos y decenas de etcéteras.
Conclusión: Si bien reconozco el enorme poder de los medios para instalar los temas de la agenda periodística y por ende influir en la opinión pública. Creo que este poder no es absoluto y rivaliza con la realidad que como dijera El General, es la única verdad.
Por mi parte aprovecho el fin de semana encerrado en casa para actualizar el blog con tonterías como esta.
Saludos,
Contrapedal.